Cuando están en una reunión social se sienten como pez en el agua: son los “sabelotodo” que gozan fanfarroneando con sus supuestos conocimientos. ¿Cómo identificarlos? No es muy difícil y acá van algunas claves que entregó el sitio www.ciudad.com.ar.
“Tienen siempre una respuesta para todo, un comentario intelectual, una frase o algún autor para citar. De cuando en cuando dejan escapar alguna palabra en otro idioma (preferentemente inglés o francés). Conocen de todo un poco”, comenta el sitio web.
El problema es que estos intelectuales ficticios no saben mucho más de lo que dicen. Su habilidad está en que “hacen estudio de mercado, aprenden a utilizar sus recursos de manera que parezcan dar cuenta de un saber envidiable”.
La sicóloga de la ONG “El Sitio de la Letra”, Patricia Marello, dedicada al estudio de las problemáticas sociales, explica que detrás de esta fanfarronería hay “una angustia o desazón ante los deseos del otro” y también “algo de coquetería”.
Marello agrega que las personas que se sienten seguras de lo que saben no tienen la necesidad de demostrarlo compulsivamente en las reuniones sociales. En cambio, aquel que es inseguro lo que busca al jactarse es conseguir legitimarse entre los otros al captar su atención y admiración.
El riesgo, según la profesional, es que esa sensación de satisfacción que consigue el pedante luego del reconocimiento es “momentánea y no logra serenar la ansiedad por sentirse superior”, por lo que se genera un círculo vicioso del cual es difícil que la persona se zafe.
